Si el jamón de cerdo ibérico es bueno, como es el caso, no importa cómo lo vayas a comprar: envasado al vacío o sin envasar ya que el producto seguirá fino, suave y poco salado.

Aunque sea el jamón envasado al vacío, la materia prima, nuestros cerdos ibéricos, no sufren ninguna variación y siguen las tres reglas indispensables para lograr uno de los mejores jamones de bellota ibéricos envasados al vacío: correr por el campo en total libertad, descansar bajo la encina y comer bellotas, que son las responsables del riquísimo sabor ibérico.

Precisamente, la infiltración de los aceites que contienen las bellotas de Salamanca en la musculatura del cerdo ibérico dan como resultado el característico veteado de su carne, además de provocar que las finas lonchas de jamón se deshagan al contacto con la saliva en la boca.

Tres años de curación es el periodo de tiempo necesario para lograr un jamón de bellota ibérico óptimo. Es decir, más de mil días durante los cuales aplicamos los pasos y procesos artesanales necesarios en los secaderos, pensados exclusivamente en lograr la excelencia del producto; de nuestro jamón sin huesos.

El Jamón de Bellota Ibérico envasado al vacío lo entregamos deshuesado y los huesos los reservamos para que te los puedas llevar, también envasados al vacío, y así utilizarlos para cocinar.

Ingredientes

Jamón de bellota ibérico

Sal

Conservadores (E-252 y E-250).

Conservación y preparación

Cortar y dejar orear 5 minutos antes de su consumo.

Conservar en lugar fresco y seco.